En mis años de diseñadora gráfica digital inventar logotipos era mi trabajo favorito: exprimir las letras más allá de su estructura literal para recrear una imagen nueva con un significado multiplicado.
Fue mi maestro, Keith Adams, en uno de mis primeros cursos de caligrafía, quien presentó ante mí el concepto del Monograma.

Con Keith Adams en St. Antoine L’Abbaye
Un monograma es un imagen formada por una o varias letras para formar un símbolo. Son marcas utilizadas desde la antigüedad, ya los griegos los acuñaban en monedas, en la Edad Media Carlomagno se diseñó uno de los más famosos y de ahí hasta nuestros días hemos seguido creando infinidad de logotipos basados en iniciales, que no voy a detallar porque son sobradamente conocidos.
Todo empezó como un juego y descubrí el universo infinito del monograma.
Empecé a regalarlos a familia y amigos a quienes quiero y conozco bien, lo que me permite en cada dibujo acercarme a su personalidad.
Así, cada monograma es único, está hecho con las iniciales y en la ilustración, las formas, los colores y hasta en la manera de engarzar, fundir y redibujar las letras, los veo a ellos.
- El origen
- Caligrafía Brillante
- El más reciente. Monograma para una familia feliz: Raúl, Noe, Lola, Jarvis y Panchi. Cinco son uno.
- Paco N. Él es sólido, pensador, soñador y con mucha vida interior
- Mila N. Ella es vida y color, cariño, alegría y fuerza. Ella es muchas mujeres.
- Miguel A. Austero, vivaz, amante del mar y las olas.
- Luis L.L. Es el sol, amoroso, incondicional, metemático y romántico.
- Soledad V. Es potente, feminista, apasionada y coherente.
- Jaleo, un blog de flamenco
- Tomás y R. Amantes felices junto al mar.
- Santiago B. Cuidador incansable, sólido, de humor interior.
- Gerda M. Quiere a sus perros, sus peces, sus pájaros, sus plantas, es brisa de mar.